Mírame.
No te muevas.
Así,
que te vea bien.
Ahora,
arrodilla tu boca
hasta pronunciar mi nombre.
Olvida quién fuiste.
A partir de hoy,
debes saber
que sólo existes en mis ojos.
Preciosamente imperativa e intensa me ha parecido siempre esta poesía de Pura Salceda publicada en su libro "A ollada de Astarté". Pura esencia D/s. Muy recomendable también su blog Sintagma in Blue.
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