viernes, 5 de noviembre de 2010

Miradas y complicidad mental

Hay miradas que matan. Hay miradas que seducen. Hay miradas que hacen arrodillarse ante la Dueña de esos ojos profundos que te abducen y te hipnotizan. Unos pies, unas manos, un ombligo, cualquier detalle de una Diosa sólo pueden sublimarse si se asocian con su mirada, que es la más cercana encarnación física de su mente, de ese complejo mecanismo psicológico que crea los verdaderos lazos de dependencia y mutuo deseo en el D/s.


No entiendo a las Dominantes que no les gusta que les miren a los ojos en una sesión. Puede ser la mayor arma de seducción y sometimiento con la que hacen subyugar a sus sumisos. Porque toda la complicidad y autenticidad de la relación se puede vislumbrar en ese breve pero intenso cruce de miradas.

Peter Gabriel lo describe a su manera:

in your eyes
the light the heat
in your eyes
I am complete
in your eyes
I see the doorway to a thousand churches
in your eyes
the resolution of all the fruitless searches
in your eyes
I see the light and the heat
in your eyes
oh, I want to be that complete
I want to touch the light
the heat I see in your eyes

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